CAPÍTULO 5

Trastornos funcionales. Ametropías

 

FATIGA VISUAL. ASTENOPÍA

Desde el punto de vista etimológico, el término astenopía quiere decir «visión escasa», pero su significado no se refiere a la «disminución de la función visual», sino que se trata de un concepto muy amplio y de límites poco definidos. La astenopía engloba todos los trastornos y molestias que aparecen en relación con la visión de cerca, tales como malestar ocular, visión borrosa, sensación esporádica de diplopía, sensación de cansancio prematuro, incapacidad para mantener constantemente una imagen nítida a la distancia programada, cefaleas, dolor retroocular, etc.

La astenopía es una molestia muy frecuente entre los individuos que realizan su trabajo a corta distancia durante un tiempo prolongado, por ejemplo, los operarios de URV (Unidades de Representación Visual). En algunas investigaciones (Bergquist, 1984) se ha estimado que hasta el 40% de los operadores de URV sufren diariamente síntomas de astenopía.

 

SÍNTOMAS Y SIGNOS DE LA ASTENOPÍA

  • Sensación de pesadez en los ojos.
  • Sensación de tensión ocular.
  • Toma de conciencia de la existencia de los propios ojos.
  • Enrojecimiento ocular.
  • Escozor ocular.
  • Aumento de la secreción de lágrimas. Epífora.
  • Cefaleas.
  • Disminución de la agudeza visual.
  • Percepción borrosa de los objetos.
  • Diplopía, generalmente esporádica.

 

Estos síntomas pueden deberse a factores diversos (Chakman y Guest, 1983) (49):

  • Estado del aparato ocular.
  • Factores personales.
  • Factores inherentes al medio donde desarrolla el trabajo, tales como luminancia, color, ubicación, amplitud espacial individual, imposiciones posturales, etc.
  • Factores ambientales, temperatura, humedad relativa, ventilación, etc.
  • El objeto de la tarea se desarrolla en un plano vertical, lo que no era habitual en el trabajo de oficina.

 

En el primer apartado hemos de considerar prioritaria la ASTENOPÍA ACOMODATIVA.

A) Hipermetropía. Los sujetos con hipermetropía leve (hasta 3 D) apenas sufren molestias durante las dos primeras décadas de la vida, excepto cuando precisan realizar un trabajo de cerca muy prolongado con una mala iluminación o padecen agotamiento físico o psíquico.

Es obvio que debe utilizarse la corrección óptica correspondiente a su hipermetropía, ajustar la distancia de trabajo y evaluar la iluminación más adecuada.

Las molestias astenópicas más frecuentes en las revisiones no específicamente oculares son los dolores de cabeza, preferentemente en la región frontal, incluyendo los globos oculares y anejos. Además de una exploración oftalmológica adecuada, es preciso evaluar las aptitudes psíquicas del sujeto y sus recursos para afrontar sus circunstancias personales y sociolaborales.

La intensidad de las molestias puede ser considerablemente mayor en cuanto a la amplitud e intensidad de la cefalea e incluso puede dar lugar a auténticas migrañas con náuseas y vómitos.

B) Miopía. Excepcionalmente, algunos miopes con correcciones ópticas inadecuadas, incorrectas o no actualizadas refieren una sensación de opresión ocular relacionada con el trabajo prolongado de cerca. En estos casos lo más probable es que se deba a una incoordinación de la convergencia con una acomodación inadecuada.

Sin embargo, es preciso señalar que los miopes no son sensibles a tales episodios, llegando a soportar con relativa facilidad no solamente exoforias, sino estrabismos divergentes transitorios e incluso intermitentes. Los miopes pueden acusar molestias en los trabajos de cerca, al acercarse excesivamente al objeto y flexionar el cuello. Con frecuencia, los dolores de hombros y nuca acompañados de cefalea se deben a la contractura de la musculatura occipital y cervical.

La situación puede ser diferente en los miopes corregidos en exceso y transformados en hipermétropes débiles. En esta situación, el miope, que normalmente necesita acomodar menos que el sujeto normal y está habituado a ello, puede experimentar cefaleas oculares y frontales en el sentido de la astenopía acomodativa de los hipermétropes, pero desde una constitución peor dotada para soportar el esfuerzo.

C) Astigmatismo. La incidencia del astigmatismo es muy variable según se considere su repercusión en el rendimiento visual.

Las molestias y dolores derivados del astigmatismo se deben al esfuerzo del sujeto por restablecer el eje o el ajuste entre ejes astigmáticos que le resulta más favorable, obligando a un esfuerzo prolongado, alternante y poco eficaz, del músculo ciliar.

Con frecuencia, astígmatas que soportan su problema óptico sin molestias sólo acusan sensación de astenopía, de opresión sorda en los ojos, etc. tras un trabajo que precisa una visión muy nítida o cuando disminuye su capacidad funcional por la edad o por enfermedades. La corrección óptica de los astígmatas debe estar bien ajustada y controlada por revisiones periódicas.

Debe tenerse en cuenta la posibilidad de que el sujeto esté utilizando de forma habitual una corrección óptica inadecuada, que puede dar lugar a un astigmatismo suplementario generador de molestias y de sensación de fatiga ocular.

D) Anisometropía. Cuando el poder refractivo de los dos ojos es diferente (anisometropía) puede aparecer una astenopía acomodativa con dolor sordo, que puede llegar a ser lancinante, en región frontal, ocular o cefálica. Es frecuente que el nivel funcional de cada ojo sea diferente e incluso que uno de los ojos sea dominante o amblíope. No es posible dar una norma aplicable a todos los casos, ya que las diferencias individuales son muchas, pero la regla general es que la discrepancia óptica entre ambos ojos solamente se soporta con relativa comodidad cuando es inferior a las cuatro dioptrías. Una adecuada adaptación de lentes de contacto puede aminorar las molestias durante el esfuerzo visual prolongado.

E) Presbicia. Es imprescindible corregir ópticamente las insuficiencias acomodativas derivadas de la edad. Un aspecto de importancia crucial es la distancia a la que se realiza el trabajo, ya que puede no coincidir con la corrección para visión próxima. Esta situación se da con frecuencia en algunas profesiones como músicos, usuarios de ordenadores, pintores, etc. El ajuste adecuado al punto próximo o la prescripción de lentes progresivas puede evitar la aparición de los síntomas astenópicos.

En caso de que se opte por el empleo de lentes progresivas, ha de estudiarse con precisión la posición de la cabeza para obtener una imagen nítida, la situación de la pantalla, de los textos, etc.

 

ASTENOPÍA MUSCULAR

Heteroforia

La heteroforia con fusión normal se compensa aumentando el tono de ciertos músculos oculares, lo que puede inducir a desarrollar el cuadro de astenopía muscular. A veces se produce una heteroforia artificial cuando las gafas están mal colocadas o descentradas, dando lugar a un cuadro de fatigabilidad ocular. Estas molestias astenópicas pueden ir acompañadas de malestar y opresión ocular, cefaleas, somnolencia, malestar general e imposibilidad de concentración, pudiendo llegar a causar una depresión profunda.

Con frecuencia no se detectan trastornos orgánicos, por lo que se formula el diagnóstico de neurastenia, gastropatía neurógena, etc. Las molestias pueden llegar a ser muy importantes en neurópatas con labilidad vegetativa o agotamiento nervioso, exceso de trabajo o estrés intenso, pese a que la heteroforia puede ser mínima y difícil de relacionar con la riqueza y diversidad del cuadro clínico. La frecuencia de las cefaleas en los casos de heteroforia mínima y su ausencia casi total cuando la heteroforia alcanza un grado importante sólo pueden explicarse desde un punto de vista psicológico. Si se considera el hecho de que aproximadamente el 70% de la población padece heteroforia, está claro que la incidencia sobre la visión es relativamente reducida. Las más intensas suelen observarse con la hiperforia, ya que la capacidad de fusión vertical rara vez es superior al 2%, y las menos frecuentes son las relacionadas con la esoforia, puesto que la visión de cerca aparece asociada con la convergencia.

 

Insuficiencia de la convergencia

Esta deficiencia, al igual que la heteroforia, produce molestias astenópicas, fundamentalmente diplopía.

La disminución del poder de convergencia suele manifestarse en sujetos que tienen debilidad física o agotamiento neurogénico junto con una reducción del poder de fusión, a menudo acompañada de exoforia. Es preciso corregir en todos los casos los defectos de refracción, teniendo en cuenta la relación con la acomodación-convergencia, ya que una miopía no corregida adecuadamente puede ocasionar una convergencia defectuosa. Estos sujetos presentan con frecuencia problemas psicológicos con complejos de inferioridad y expresan ideas hipocondríacas.

 

NOTAS

  1. Chakman J y Guest DJ: Vision and the visual display unit. A review. Aust J Optom 1983; 66: 125-137.