Accidentalidad laboral oftalmológica

 

Dr. NESTOR MASSIMINO MORANDO

 

INTRODUCCIÓN

Los accidentes laborales en la mayoría de los casos son a causa de imprevisiones y los oftalmológicos no son la excepción a la regla.

En 1994 se publicaron los resultados de un estudio que efectuó un grupo multicéntrico, realizado en España desde 1988 a 1991, por el Dr. Francisco Andrés León Hernández y otros colaboradores y coautores del trabajo «Traumatismos oculares graves en España, factores epidemiológicos, estudios de las lesiones y medidas de prevención» (1).

En dicho período examinaron 1.314 pacientes. Se analizaron las etiologías de los distintos tipos de traumatismos oculares, y los accidentes oculares laborales graves ocupan el primer lugar.

En estudios realizados en otros países demuestran que en la mayoría, los traumas oculares laborales ocupan un lugar destacado en la estadística.

Se estima que en un año alrededor de medio millón de ojos quedan ciegos en el mundo por traumas oculares y que los accidentes en la zona ocular constituyen algo más del 10% de todos los del cuerpo.

Los estudios realizados por León y col. (2,3), Laiseca (4), en el ámbito regional español, los traumas oculares son la primera causa de pérdida anatómica del órgano de la visión, convirtiéndose en un serio problema sanitario, económico y social.

 

POBLACIÓN Y MÉTODOS

La población estudiada fue de 35.916 personas, de las cuales 32.970 (91,8%) corresponden a varones y 2.946 (8,20%) a mujeres.

Si se observa el gráfico de distribución por edades vemos que la mayor población se encuentra entre los 31 y 35 años. En nuestra población la mayoría de los accidentes ocurrieron entre los 30 y 45 años, ya que entre esas edades se encuentra el mayor número de los trabajadores.

 

RESULTADOS

En nuestra estadística, realizada en la Dirección de Servicios Médicos de RENFE desde 1995 a 1998, se produjeron 670 accidentes oculares con los siguientes resultados:

  • Cuerpos extraños en córnea: 304 (45,3%).
  • Erosiones corneales: 181 (26,9%).
  • Traumas oculares del segmento anterior: 76 (11,3%).
  • Conjuntivitis: 61 (10%).
  • Quemaduras en párpados y córnea: 44 (6,5%).
  • Traumas oculares del segmento post.: 4 (0,6%).

Como puede observarse en la estadística, los cuerpos extraños en córnea y las erosiones corneales llevan el mayor porcentaje.

Veremos ahora cómo se distribuyen según el grupo profesional y la naturaleza de la lesión. En el caso de los cuerpos extraños en córnea el personal de talleres es el que tiene mayor accidentalidad, con un 69%; le sigue el personal de vía y electrificación con un 11%; el personal de estaciones con 10% y el personal de conducción con 9%; totalizando entre los cuatro el 99% de los accidentes.

 

En las úlceras de córnea, aquí también el personal de talleres es el más afectado, con un 55%; le sigue el personal de vía y electrificación con 16%; el personal de estaciones con 14%; el personal de conducción con 13% y menos significativo el personal de trenes.

En los traumas oculares del segmento anterior del ojo y las heridas penetrantes anteriores, aquí también el personal de talleres es el más expuesto con un 38 y 29% respectivamente. Es de destacar en este tipo de accidente el personal de trenes con un porcentaje significativo: 11 y 14%. Su tarea no lo expone a este tipo de lesiones; pero hay una situación que hace que se disparen estos porcentajes: la agresión física del público al tratar de cumplir con su labor.

En las afecciones de la conjuntiva: conjuntivitis y queratoconjuntivitis, también el personal de talleres y de vía y electrificación son los más expuestos.

En las conjuntivitis con un 54 y 16% respectivamente y en las queratoconjuntivitis con un 82 y 18%.

En las lesiones por quemaduras hemos agrupado las producidas por ácidos, álcalis, calor y las actínicas.

Aquí nuevamente el personal de talleres es el mayoritariamente afectado. En las queratoconjuntivitis actínicas con un 77% y en las quemaduras con un 86%.

El último de los accidentes que consideraremos son los traumatismos del segmento posterior del ojo, que son los más graves de todos los accidentes oculares por el grado de invalidez funcional o por la pérdida anatómica del globo.

Afortunadamente en nuestra estadística son muy pocos: 4.

Los dos casos del personal de trenes fueron producidos por agresiones que causaron pérdida funcional. En los otros 2 casos también hubo pérdida parcial de la función.

En esta estadística podemos observar que en el porcentaje de accidentes oculares graves no es importante, ya que en ningún caso hubo pérdida anatómica del globo.

Analizamos el total de accidentes por grupo profesional y la tasa de accidentalidad entre 1995 y 1998 fue la siguiente:

  • Personal de talleres: 1,22%.
  • Personal de estaciones: 0,21%.
  • Personal de vía y electrificación: 0,18%.
  • Personal de conducción: 0,18%.
  • Personal de trenes: 0,01%.

 

 

Para finalizar analizaremos el promedio de días de baja por la naturaleza de la lesión.

En el gráfico podemos ver que hay accidentes como los traumatismos posteriores que justifican por la gravedad una media de casi 9 días de baja laboral y se puede intuir que dicha media es baja, que debería ser mayor. Lo mismo podemos decir de las heridas penetrantes.

Pero en el caso de los cuerpos extraños en córnea y las úlceras de córnea, la media de días de baja la podemos considerar elevada: 9 días y 6 días respectivamente.

 

CONCLUSIONES

Respecto a los accidentes oftalmológicos graves, nuestra estadística no coincide con lo observado en otros trabajos donde el porcentaje fue mayor.

Según estos autores, la mayoría de los accidentes se podrían haber evitado si se cumplieran las normas de seguridad establecidas.

En el estudio multicéntrrico realizado en España (1) sólo 5 casos (1,6%) de los 305 accidentes laborales oftalmológicos registrados estaban usando adecuadamente las medidas de seguridad.

En algunos casos desconocían estas medidas o bien no estaban presentes en el lugar de trabajo. La gran mayoría de los accidentados admitían la existencia de las mismas, pero por descuido, olvido o incomodidad no las utilizaban.

Esta observación, coincide con nuestra estadística ya que el 45% de los accidentes padecieron cuerpos extraños en córnea y el 27% erosiones corneales, que podrían haberse evitado con el uso del material de seguridad adecuado. De esta forma se hubiera disminuido la siniestralidad y las bajas laborales.

Anteriormente mencionamos que considerábamos elevados los días de baja por cuerpos extraños en córnea y las erosiones corneales.

Esto podría deberse a que el accidentado no concurre con rapidez a su asistencia, lo que complica luego la recuperación.

Si actuamos rápidamente, ese promedio se podría reducir a 3 o 4 días, con el consiguiente beneficio laboral y económico que ello representa; especialmente si se tiene en cuenta que en nuestra estadística estos dos accidentes son el 71% del total.

Como conclusión reiteraré una vez más la importancia que tiene la prevención; el hacer cumplir las normas de seguridad y la educación laboral para evitarnos.

Toda inversión que se haga en prevención, entendiendo el término inversión no en un sentido estrictamente económico, sino social, cultural, educacional, etc., siempre redituará en beneficios para la empresa y para el trabajador.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. León Hernández FA y col: Grupo de estudio multicéntrico de los traumatismos en España. Traumatismos oculares graves en España: factores epidemiológicos, estudio de las lesiones y medidas de prevención. Soc Esp de Oft 1994; 12-13; 79-80.
  2. León FA, Luque M, González MI, Romero MA, Adrigal P, Valls PF: Pérdida del globo ocular en la provincia de Las Palmas (1977-1988). Estudio estadístico. Canar Med 1989; 5: 13-16.
  3. León FA, Luque M, González MI, Romero MA, Madrigal P, Valls PF: Pérdida del globo ocular por traumatismo en la provincia de Las Palmas. An Soc Ergof Esp 1988; 17: 295-301.
  4. Laiseca MD: Estudio estadístico de las causas de pérdida del globo ocular por traumatismos en España. Arch Soc Esp Oftalmol 1986; 50: 547-553.