Por favor: ¡Por un consejo… una vida! 

¡No olvides dar un consejo vial a tu paciente conductor con disminución de la Capacidad Visual!

La Sociedad Ergoftalmológica Española, se suma a la conmemoración de este DÍA.

«Los accidentes en carretera provocan la muerte de cerca de 1,3 millones de personas y daños o alguna incapacidad en otros 50 millones al año. Constituyen la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años».

 

 5 FACTORES DE RIESGO:  1. Exceso de velocidad  2. Conducción y alcohol/drogas
 3 No uso de casco motos  4. No uso cinturón seguridad  5.   No uso sillitas en niños
 


 

Recientemente, la Directora General de Tráfico, D.ª María Seguí, ha impulsado tres temas que por su interés resaltamos como oftalmólogos y que han sido expresados en: www.dgt.es/revista

(http://revista.dgt.es/es/hemeroteca/)

TEMA 1.- CONDUCCIÓN NOCTURNA.- En el Nº 218/2013 (Pág. 25), se aborda la no menos hasta ahora controvertida VISIÓN MESÓPICA que, indudablemente, PARTICIPA en esos datos demoledores como que «el 29% de los accidentes y el 41% de los fallecidos se registran por la noche» (Año 2011), a pesar de que la conducción nocturna es significativamente menor.

Como oftalmólogos, debemos ser conscientes de que la agudeza visual que tomamos en el gabinete disminuye aproximadamente dos líneas en el optotipo en condiciones nocturnas o diurnas con lluvia, niebla, nieve, etc.

¡¡¡De noche disminuye la capacidad para calcular la distancia y la velocidad. Un conductor APTO con agudeza visual binocular de 0,5; es NO APTO POR LA NOCHE, ya que queda con visión de 0,3!!!

 

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TEMA 2.- SECRETO PROFESIONAL.- En el Nº 222/2013 (Pág. 5). Como médicos asistenciales vemos en el devenir diario cómo la capacidad visual va disminuyendo, a veces de forma irreversible: glaucoma, diabetes… DMAE.

¿Es obligado dar un consejo al conductor? Seguro que sí. No se nos debe olvidar.

¿Está reñido el derecho a la movilidad del ciudadano versus al derecho de su seguridad? ¿Es rígido el sistema de privaticidad de sus datos?

¿Podría estar justificado “informar” a la DGT, si con ello se evitan posibles muertes? Seguro que sí, pero de forma discreta, confidencial y a través del marco sanitario.

Hasta ahora, existía un estrecho de Gibraltar infranqueable que separaba dos continentes, MOVILIDAD y PRIVACIDAD, pero recordemos a tal respecto lo que dice el Código de Deontología Médica (Guía de Ética Médica, julio/2011) del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos respecto al SECRETO PROFESIONAL en su artículo 30: “El secreto profesional debe ser la regla. No obstante, el médico podrá revelar el secreto, exclusivamente, ante quien tenga que hacerlo, en sus justos límites, con el asesoramiento del Colegio si lo precisara, en los siguientes casos”. Apartado c)… “Si con su silencio diera lugar a un perjuicio al propio paciente o a otras personas, o a un peligro colectivo

La responsabilidad nos lleva a pensar por un momento en un conductor profesional, por ejemplo, de un autobús… escolar.

De establecerse legalmente esta posible normativa, ya no tendremos excusas ante el trago amargo de enfrentarnos a nuestro paciente, el cual confía por desgracia ciega y verazmente en nuestras decisiones, ya que nos veremos impelidos por la legalidad. Por otra parte:

¿Cómo podríamos explicar a la familia que nosotros éramos conocedores de su déficit visual y por ello preveíamos el accidente que tuvo lugar con pérdida de su vida?

¿Cómo le podríamos explicar a nuestro paciente que nosotros éramos conocedores de su déficit visual y por ello preveíamos el accidente que produjo un accidente con muerte a un peatón?

El asunto es lo suficientemente serio como para no dar una respuesta a la ligera  y qué duda cabe de que se está trabajando en ello dada la reciente propuesta de la Fiscalía en Seguridad Vial a la propia DGT a través de su representante D. Bartolomé Vargas: “La Fiscalía ha propuesto modificar la Ley de Tráfico y Seguridad Vial para que los médicos puedan comunicar a la DGT que una enfermedad impide a un paciente conducir con seguridad”.

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TEMA 3.- DISTANCIA DE SEGURIDAD, en el Nº 222/2013 (Pág. 24), se abordan las Claves para evitar el riesgo de COLISIÓN POR ALCANCE. Una vez más, las cifras chocan con nuestro sentido común usual al no considerar las características cinéticas en las que se disponen inconscientemente los conductores de los vehículos en movimiento cuando vemos en la carretera lo cercanos que se sitúan unos de otros, es decir, se pegan.

En dicho reportaje se sugiere visualizar durante la marcha, un punto de referencia que puede ser una señal, un poste o cualquier otro cuando el vehículo que nos precede lo esté sobrepasando, y ha seguido contar dos segundos acogiéndose al contaje mil ciento uno mil ciento dos. SI sobrepasamos ese punto de referencia quiere decir que estábamos peligrosamente dentro de la distancia de seguridad y nuestro alejamiento del vehículo cotejado debe ser inmediato.

Esto, repito, está reñido con la percepción habitual de cada uno, que nos engaña falsamente creyendo que si el de delante frena, nosotros frenaremos solidariamente con el primero sin percatarnos que ambos nos hemos desplazado.

El problema se presenta si el vehículo de delante se estrella con un imprevisto, por ejemplo, una roca caída de una ladera o un vehículo interpuesto en la marcha. En este caso el choque es inevitable.

En el presente cuadro en suelo seco y en 2 segundos, comprobamos que a una:

  • velocidad de 50 km/hora, se recorren 28 metros, (42 m en suelo mojado),
  • velocidad de 90 km/hora, se recorren 50 metros (75 m en suelo mojado), mientras que a una
  • velocidad de 120 km/hora, se recorren 67 metros (100 m ¡!! en suelo mojado).

 

¿Recuerdas haber podido leer alguna vez en carretera, los números de la matrícula que te antecedía?: ¡Pues estabas dentro del espacio asesino de seguridad!; ¡Hay que estar fuera!

 

 

Según datos recogidos a mi propuesta por el ingeniero Vicente Docavo, los dos tamaños de letra y número de la placa de matrícula posterior de cada vehículo que nos antecede servirían también (para determinar con una agudeza visual unidad = 20/20) si nos encontramos dentro de dicha distancia de seguridad.

 

Justificación:

 

Existe una distancia correspondiente a cada anagrama de la placa de matrícula correspondiente a su diferente tamaño, dependiendo de la tangente de un ángulo de 5´.

Pues bien:

  • A una velocidad de 50 km/hora (ciudad), la letra E empieza a distinguirse a una distancia de 13,75 metros, que es la mitad de la distancia de seguridad en suelo seco (28 m) y la tercera parte en suelo húmedo (42 m).
    Por lo tanto, correspondería un tamaño de 4 cm para delimitar un espacio de seguridad correspondiente a 50 km/hora.
  • A una velocidad de 90 km/hora, los números de la matrícula empiezan a distinguirse a una distancia de 50 metros, en suelo seco, coincidiendo en este caso con la distancia de seguridad.
  • Así, para una velocidad de 120 km/hora la altura del número debería ser de 10 cm.

 

La consecuencia directa es que si podemos leer los números de una matrícula, quiere esto decir que peligrosamente ¡ESTAMOS DENTRO DEL ESPACIO ASESINO DE SEGURIDAD!

Cabría la posibilidad de aumentar el tamaño de las letras y números de las matrículas para determinar el espacio mínimo de seguridad con la única posibilidad de su lectura a visión 20/20.

De todas formas, cada ciudadano, puede medir con su agudeza visual la distancia a la cual empieza a distinguir dichos caracteres y determinar en carretera a qué distancia aproximadamente se encuentra. Al confrontar esa distancia con la marcada en el cuadro anterior “Cómo mantener la distancia”, tendrá claramente su referencia pnemotécnica. Esto reforzaría a lo anteriormente expuesto sobre la importancia de mantener la distancia de seguridad. Sirva este debate para ello.

Como oftalmólogos, defendemos la visión; como agentes sanitarios de seguridad vial, lo que defendemos es… la vida.

Firmado: José María Pérez