El País, martes 10 de noviembre de 1981
Ante el intento por mi parte de estimular tu imaginación ante todo decirte que Santa Lucía es una isla de barlovento* en el Caribe (donde vivían las tribus de los caribes).
*Como mi abuelo fue marinero, te explicaré estos términos; barlovento: desde donde viene el viento; frente a sotavento: a dónde va el viento; babor: lado izquierdo del buque; estribor: lado derecho
La imaginación tiene su punto geográfico donde se dirigen los ojos y suele estar mirando hacia arriba, la meditación está donde los ojos se dirigen mirando al centro y hacia abajo, la súplica hacia arriba… en fin, prueba a encontrar donde se puede ubicar cualquier sentimiento dentro del campo visual. Es divertido. Probablemente se correlacionan con puntos concretos de la mente en el cerebro.
Los tibetanos para memorizar las cosas se imaginan una habitación llena de cajones… y cada tema, frase, etc., la guardan dentro de un cajón. Hoy en día se ha puesto de moda decir que una persona es coherente si su mente está “bien amueblada”, para mí es si está “bien archivada”.
Pues bien, el nombre del país hace referencia a Lucía de Siracusa (Sicilia, Italia), una mártir cristiana que padeció durante la Persecución de Diocleciano (año 303, es fácil de recordar). Es venerada en la Iglesia católica, ortodoxa y luterana. La isla se nombró así debido a que Cristóbal Colón arribó a la isla el día consagrado a Santa Lucía, el 13 de diciembre de 1502 (recuerda que en el 1500 nació Carlos V de Alemania, que no nos benefició mucho siendo Carlos I de España). Antiguamente, los arahuacos, los primeros habitantes de la isla, la nombraron Iouanalao, que significa «Lugar de iguanas», por la abundancia de estos reptiles.
Santa Lucía, (su día es el 13 de diciembre) es también la patrona de los oftalmólogos y de los ciegos, de padre nobles y ricos, debido a la costumbre romana de llamar a los hijos con el nombre del padre, se cree que su padre se llamaba Lucio (hijos de la luz) y ella Lucía (luz para el mundo). Su madre que estaba enferma la comprometió a casarse con un joven pagano y ella, para librarse de ese compromiso, la persuadió para que fuese a rezar a la tumba de Águeda de Catania a fin de curar su enfermedad. Como su madre sanó, Lucía le pidió que la liberara del compromiso, le dejara consagrar su vida a Dios y donara su fortuna a los más pobres. Su madre accedió. Pero su pretendiente la acusó ante el procónsul Pascasio debido a que era cristiana, en tiempos del emperador Diocleciano.
Leyenda: el que mandaba, un procónsul, ordenó que la arrestaran para llevarla a un lugar de perdición y eliminar al Espíritu Santo, pero inexplicablemente Lucía permanecía rígida como una piedra y no pudieron llevársela. El procónsul la acusó de brujería y fue condenada y llevada a la hoguera, pero… el fuego no la hizo daño.
Hechos: Ordenaron después que la arrancaran los ojos y finalmente la decapitaron.
Leyenda: en la edad media se empezó a asegurar que a pesar de que ya no tenía los ojos: seguía viendo.
Actual: el 10 de noviembre de 1991, saltó la noticia de que “El cuerpo momificado de Sta. Lucía había sido robado en la Iglesia de su nombre en Venecia”. Se cree que como era de Siracusa la mafia siciliana la habría robado pues los sicilianos, durante siglos, se han tenido que contentar con sólo un dedo de la Santa, que se venera, en su iglesia de Siracusa.
Leyenda: se cuenta que, para obtenerlo, un devoto siciliano llegó a Venecia, pidió al obispo el privilegio de besar el cuerpo momificado de la santa y, cuando obtuvo el permiso, en vez de darle un beso le dio un bocado, y se llevó el dedo escondido dentro de la boca.
José María Pérez